Se desconocía aún este lunes a las 10 de la noche el paradero de 17 personas que fueron secuestradas en Haití por una banda de civiles armados, cuando se desplazaban en un autobús de la empresa Metro, de la República Dominicana.
Los secuestrados son el chofer del autobús, quien es de nacionalidad dominicana, así como ocho inversionistas turcos, dos azafatas oriundas de Haití y seis ciudadanos haitianos que también viajaban en el vehículo.
Fuentes oficiales confirmaron a ALMOMENTO.NET que el autobús fue localizado próximo a la localidad Fond Parisien, pero se encuentra en un lugar al cual nadie se atreve a entrar. Se trata de la misma área donde fue retenido el domingo poco después de las 3:00 de la tarde. El vehículo había salido de la capital dominicana horas antes.
NO HANHECHO CONTACTO
Hasta las 10:00 de la noche ninguno de los captores se había puesto en contacto con autoridades de Haití ni de República Dominicana.
El caso se complica debido a que Turquía no tiene representación diplomática en Haití y las gestiones en ésta área las realiza una embajadora concurrente con República Dominicana y otros países del Caribe.
BANDA 400 MAWOZO
Las autoridades tienen la seguridad de que quienes cometieron el hecho pertenecen a la banda 400 Mawozo, la cual opera abiertamente y sin ningún control en territorio haitiano. Se trata de la misma que la semana pasada secuestró a un funcionario diplomático dominicano y el año pasado hizo lo mismo con 17 misioneros (16 de ellos estadounidenses y un canadiense), grupo que fue liberado después de dos meses de cautiverio.
Uno de los líderes de esta banda es Germine Joly, alias Yonyon, quien la semana pasada fue extraditado a Estados Unidos tras ser requerido por las autoridades judiciales del Distrito de Columbia, que lo acusan de contrabando de armas de guerra y de secuestro de ciudadanos estadounidenses, entre otros cargos.
DISPUTA CON OTRA BANDA
Desde mediados de abril, 400 Mawozo mantiene una guerra abierta contra la banda Chen Mechan por elcontrol de varias barriadas en el norte de la capital haitiana.
Los conflictos han causado la muerte a al menos 20 civiles y han obligado a centenares de personas a abandonar sus casas, para refugiarse en viviendas de familiares, o para quedarse a vivir en la calle.