La Comisión Episcopal de Justicia y Paz denunció que al menos 484 personas murieron en la capital haitiana durante los cuatro primeros meses del año, la mayoría de ellos como consecuencia de disparos.
La organización religiosa registró en un informe 433 muertes por arma de fuego en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, de ellas 164 como resultado de los enfrentamientos entre las bandas 400 Mawozo y Chen Mechan, ocurridas a finales de abril en la llanura Cul de Sac.
El reporte de la plataforma se acerca a los datos registrados por Naciones Unidas a mediados de mayo, en el cual concluyeron que al menos 92 personas no afiliadas a las bandas y otros 96 presuntos miembros de esos grupos armados fallecieron durante los choques hostiles entre 400 Mawozo y Chen Mechan.
En ese conflicto otras 113 personas resultaron heridas, 12 se encuentran desaparecidas y 49 fueron secuestradas, según cifras corroboradas por el organismo mundial.
Además, unas nueve mil personas, incluidos niños, se vieron obligadas a abandonar sus hogares y buscar refugio en sitios temporales o familias de acogida en otras zonas del país.
La Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, pidió a la comunidad internacional redoblar esfuerzos para impedir que la situación no se vuelva aún más incontrolable, y sostuvo que la violencia armada alcanzó niveles inimaginables.
Ya a inicios de mayo el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que más de mil 700 escuelas de Puerto Príncipe están cerradas debido a las actuaciones criminales de las pandillas, mientras los niños se encuentran en riesgo de abandonar los estudios y ser reclutados por los grupos armados.
«Los enfrentamientos entre bandas en Haití han provocado que 500.000 niños no puedan asistir a la escuela desde finales de abril», lamentó Unicef.
Esta semana el ministro de Educación, Nesmy Maginat, anunció que los estudiantes de barrios donde se arreció la violencia podrán prestar sus exámenes finales en cualquier institución, teniendo en cuenta el cierre de los centros docentes como consecuencia de la inseguridad.