Congresistas de los partidos Demócrata y Republicano han mantenido durante el fin de semana una serie de contactos para intentar fijar un calendario para negociar una nueva ley que limite la posesión de armas tras la matanza de 19 niños y dos profesoras en un colegio de Texas.
El senador demócrata Chris Murphy ha explicado en declaraciones a la cadena ABC que podrían presentar propuestas concretas en el plazo de una semana. «Tenemos un plazo corto», ha apuntado, según recoge la agencia de noticias Bloomberg.
Los congresistas han abordado medidas como controles de antecedentes, leyes de «bandera roja» –que permiten a la policía o a familiares limitar el derecho a la tenencia de armas a través de un juez– o normas más restrictivas sobre el almacenamiento de armas de fuego, ha explicado Murphy en la CBS.
Para facilitar que esta iniciativa salga adelante los demócratas podrían acceder a algunas demandas de los republicanos como incrementar las medidas de seguridad en los colegios. Se descarta en cambio por falta de apoyo limitar los cargadores de alta capacidad.
«Estamos en el buen camino para conseguir que se haga algo», ha afirmado el representante republicano Adam Kinzinger, quien ha cuestionado sin embargo que haya suficiente apoyo para elevar de 18 a 21 la edad mínima legal para la posesión de armas.
Murphy ha calificado de «serios» los contactos con los republicanos. «No voy a permitir que lo perfecto sea enemigo de» los avances, ha argumentado.
LOS BIDEN VISITAN COLEGIO EN UVALDE
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su espsa, Jill, han visitado este domingo el Colegio de Primaria Robb de Uvalde, en Texas, donde fueron asesinados 19 niños y dos profesoras.
Los Biden se han desplazado hasta el lugar donde se han depositado espontáneamente las velas, flores y cruces en homenaje a las víctimas. La pareja presidencial ha depositado un ramo de flores y ha saludado al gerente del colegio, Hal Harrrell, y a su directora, Mandy Guitiérrez.
Además, Biden se ha reunido con el gobernador de Texas, el republicado Greg Abbott, y su esposa, Cecilia Abbott, y con familiares de las víctimas y supervivientes de la matanza. Más tarde tienen una cita con los funcionarios de los servicios de emergencia que participaron en la operación.
