Corren tiempos bélicos y comienza a resonar de fondo el martilleo metálico de las fábricas de armas en la Unión Europea.
Tras cerrar un veto parcial al petróleo ruso, los Veintisiete han alcanzado un acuerdo para dar un impulso conjunto a sus capacidades de defensa, mermadas tras años de digestión de Guerra Fría y aún más debilitadas por el último reflujo de la caída del telón de acero: la invasión rusa de Ucrania.
Los líderes de la UE, que se han dado cita este lunes y martes en una cumbre extraordinaria en Bruselas, han acordado la búsqueda “con carácter de urgencia” de medidas para coordinar a nivel comunitario el aprovisionamiento de defensa.