El boicot de Occidente contra el petróleo ruso como represalia por la invasión a Ucrania ha disparado la cotización del crudo, lo que a su vez ha incrementado los precios de la gasolina. Sin embargo, Estados Unidos, Alemania y otros países, creen que las petroleras están aprovechando la situación para llenar sus bolsillos.
Que los precios de la gasolina en el mundo estén en niveles históricamente altos por la invasión rusa de Ucrania es una realidad innegable. También lo es que algunas empresas estén teniendo ganancias extras por cuenta de la guerra, situación que los gobiernos empiezan a ver con recelo a lo largo y ancho del planeta.
Desde Reino Unido hasta Argentina, las autoridades económicas buscan la manera de que las compañías que se han visto directa o indirectamente beneficiadas económicamente de la guerra paguen impuestos adicionales.
El Gobierno de Boris Johnson anunció a finales de mayo un impuesto del 25% sobre las ganancias inesperadas de los productores de petróleo y gas, mientras que el Gobierno argentino de Alberto Fernández busca aplicar la misma estrategia con los exportadores de granos que han visto mejores precios desde el inicio de la guerra.
Petroleras, entre las más beneficiadas de la guerra
Alemania, aunque no ha logrado un consenso en la coalición del Gobierno de Olaf Scholz para introducir impuestos adicionales, quiere darle más poder a la oficina antimonopolio para que tome medidas drásticas contras las petroleras.
El primero de junio entró en vigencia un recorte impositivo de tres meses como parte de un paquete más amplio de medidas, que también incluye boletos baratos para el transporte público local. Pero ha habido quejas generalizadas de que los precios en las estaciones han vuelto a subir sustancialmente después de la caída inicial.
Algunos políticos señalan a las compañías petroleras de utilizar la reducción de impuestos para llenarse los bolsillos, una acusación similar a la que hizo la semana pasada el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
«ExxonMobil ha tenido más beneficios que Dios este año», dijo Biden durante un discurso en el puerto de Los Ángeles, al margen de la IX Cumbre de las Américas. Efectivamente, sus ganancias se duplicaron en el primer trimestre de 2022 frente al mismo periodo del año pasado, hasta los 5.500 millones de dólares.
Biden afirmó que ExxonMobil, la petrolera más grande de Estados Unidos, no está usando terrenos que tiene alquilados para producir petróleo con el objetivo de mantener la producción baja mientras la demanda se mantiene y los precios aumentan.
Sus críticas llegaron justo dos días antes de que la gasolina en ese país registrara un nuevo máximo histórico de 5,1 dólares por galón, casi el triple de lo que costaba hace un año, de acuerdo con la Asociación Automovilística del país (AAA, por su sigla en inglés).
La inflación en Estados Unidos se disparo en mayo a 8,6% interanual, la cifra más alta en 40 años, presionada principalmente por los precios de los combustibles y de los alimentos, como consecuencia de la guerra en Ucrania y las sanciones occidentales a Moscú.
(Información de France 24 con AP, EFE y Reuters)