Las bombas rusas siguen cayendo sobre la población civil en Ucrania. Al menos seis personas han muerto y treinta una han resultado heridas en un bombardeo en Járkov, la segunda ciudad del país.
En el sur de Odesa han caído cuatro misiles, sin que a última hora hubiera un balance de víctimas.
El gobierno ucraniano ha pedido a la población de la región meridional de Jersón que evacúe con urgencia.
Esta semana tiene previsto lanzar una contraofensiva en el sur de Ucrania con el objetivo de liberar las zonas costeras del mar Negro controladas actualmente por las tropas rusas.
Pero para Moscú, el frente de guerra no se limita al lanzamiento de bombas y misiles. El presidente ruso Vladímir Putin ha firmado un decreto para conceder la ciudadanía rusa por Internet y sin trámites a todos los ucranianos y no sólo en las zonas ya ocupadas por su Ejército.
Rusia actúa como si tuviera sus planes territoriales estuvieran consolidados. Un primer tren que atraviesa los territorios ocupados en el este de Ucrania hacia Volnovakha, en Donetsk, salió de la maltrecha ciudad de Mariupol.