La Asamblea Nacional de Francia debate si aumentar el descuento al precio de la gasolina, aplicado para aliviar el bolsillo de los ciudadanos. La reducción pasaría de 18 a 30 céntimos por litro de combustible.
Sin embargo, puede que la medida quede como un gesto simbólico ante la fuerte inflación que sufre no solo Francia sino toda Europa.
Expertos consultados por el Banco Central Europeo (BCE) han revisado al alza sus pronósticos de inflación general en la zona del euro hasta 2027.
La inflación es más elevada y persistente de lo que había previsto el BCE y puede que vaya a desacelerar el crecimiento de la región.
En Portugal, los precios de los alimentos suben cada mes y los márgenes de beneficio siguen reduciéndose.
«Las cebollas han subido, pero mantengo el mismo precio, las judías verdes han subido mucho debido a la sequía que quemó todas las judías», explica una vendedora de frutas en Portugal.
Los consumidores deberán tomar medidas ante la escalada de los precios. Según la Comisión Europea, se prevé que la actividad económica se ralentice porque se espera que los hogares ajusten sus decisiones de consumo a unos precios más altos y la incertidumbre económica.
El BCE ha subido el pasado jueves los tipos de interés en medio punto porcentual, hasta el 0,50 %, la primera subida desde hace once años y la más intensa desde 2000, con el objetivo de frenar el avance de la inflación.
Además ha aprobado por unanimidad crear un nuevo instrumento para comprar deuda de forma extraordinaria con el objetivo de atajar subidas “injustificadas” de las primas de riesgo de algunos países, evitando así la fragmentación de los mercados.
El BCE quiere parar la inflación de la zona del euro, que se disparó en junio hasta el 8,6 % y llegó en España al 10,2 %, y para ello ha optado por subir los tipos de interés el doble de lo anunciado en junio y ha avanzado que en septiembre habrá nuevas subidas, pero su magnitud dependerá de los datos del momento.