El dominicano José Ramón Tejeda Guerrero, prófugo de la Justicia de EE.UU. desde 2007, fue extraditado desde su país por delitos relacionados con fraude con tarjetas de crédito y robo de identidad de los que fue acusado en 2007 en Florida.
Tejeda-Guerrero, que huyó cuando disfrutaba de la libertad bajo fianza hace 15 años, fue entregado a la Justicia estadounidense para responder de posesión fraudulenta de dispositivos falsificados o de acceso no autorizado y cuatro cargos de robo de identidad agravado.
Según informó la Fiscalía del Distrito Medio de Florida, si es declarado culpable, Tejeda-Guerrero enfrenta una pena máxima de 10 años en una prisión federal por el cargo de fraude del dispositivo de acceso y una pena de prisión obligatoria de 2 años consecutivos por cada uno de los cargos de robo de identidad con agravantes.
El extraditado compareció el 15 de septiembre por primera vez ante el juez federal Embry J. Kidd, de Orlando, quien ordenó su detención en espera de juicio, como lo señala un comunicado de la Fiscalía.
Según los documentos judiciales y la información revelada durante su comparecencia inicial, el 20 de julio de 2007, Tejeda-Guerrero fue arrestado ese año en el Aeropuerto Internacional de Orlando por cargos estatales de posesión o transferencia de equipo para hacer tarjetas de crédito.
La Policía confiscó dos memorias USB y una computadora portátil, que contenía aproximadamente 13,000 números de tarjetas de crédito, incluidas cuentas activas pertenecientes a personas de todo el mundo.
La computadora portátil también contenía instrucciones sobre cómo hacer, evaluar y probar bandas magnéticas de tarjetas de crédito e instrucciones sobre cómo limpiar un fabricante de tarjetas y sus componentes.
Según el comunicado divulgado hoy, la pérdida por fraude real asociada con las cuentas de tarjetas de crédito encontradas en esa computadora portátil supera el millón de dólares.
Tejeda-Guerrero fue liberado bajo fianza en relación con sus cargos estatales el 23 de agosto de 2007 y huyó. Posteriormente fue acusado por un gran jurado federal en 2012.
Este caso fue investigado por el Servicio Secreto de EE.UU. y el Departamento de Policía de Kissimmee, con la asistencia del Departamento de Policía de Orlando y el Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas (Nevada).