Un sheriff de Texas dijo que su oficina ha abierto una investigación criminal sobre la medida sin precedentes de Ron DeSantis, gobernador de Florida, de enviar a casi 50 migrantes desde Texas hasta Martha’s Vineyard, una isla en Massachusetts, la semana pasada.
Javier Salazar, sheriff del condado de Bexar, dijo que la investigación estaba en sus primeras etapas y se negó a nombrar a posibles sospechosos. Sin embargo, en una rueda de prensa, Salazar acotó: «Todo en el mundo en este llamado sabe ya cuáles son esos nombres».
Salazar dijo que no estaba claro si se había infringido alguna ley, pero mencionó que 48 migrantes parecían haber sido «tentados bajos falsos pretextos» para alojarse en un hotel un par de días antes de ser trasladados en avión a Florida y después a Martha’s Vineyard.
«Se les prometió trabajo», dijo Salazar. «Se les prometió la solución a varios de sus problemas».
Agregó que a un reclutador se le pagó un «tarifa» para que reuniera a unas 50 personas en un centro de recursos para inmigrantes de San Antonio.
El grupo de solicitantes de asilo, en su mayoría venezolanos, fue llevado a la elegante isla de Massachusetts «para poco más que una foto o un vídeo, y fueron abandonados sin contemplaciones en Martha’s Vineyard», según Salazar.
Salazar dijo que los investigadores del crimen organizado de su oficina se encargarán de la investigación.
El anuncio se produjo después de que defensores de inmigración y abogados pidieran una investigación penal sobre el esfuerzo de DeSantis para trasladar a los migrantes bajo un programa de 12 millones de dólares destinados a reubicar a los «aliens no autorizados» en lo que su administración ha descrito como jurisdicciones «santuario».
Hasta este lunes, la oficina de DeSantis no respondía al pedido de comentarios.
La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés) ofreció una recompensa de 5,000 dólares por información que conduzca a la identificación de la persona que engañó a los migrantes.
En los alrededores de San Antonio se han puesto carteles de «Se busca».
«Es una de las maniobras políticas más crueles que he visto en mi vida», dijo Domingo García, presidente de LULAC.