Rusia está reduciendo la presencia de sus efectivos en la primera ciudad que logró ocupar durante la invasión que comenzó el pasado febrero.
Pocas horas después de la publicación de fotografías de la delegación del Gobierno sin la bandera rusa izada, funcionarios ucranianos han asegurado que la bandera de Ucrania ha vuelto a lo más alto de la sede estatal en esa urbe. Sin embargo, esta información no ha podido ser confirmada. Sí se espera, en cambio, una dura batalla por Jersón.
Los nuevos detalles que llegan del frente culminan semanas de avances de las tropas ucranianas desde el oeste y el norte de Jersón, las cuales trataban de aprovechar el pobre estado de ánimo de la soldadesca rusa en un sitio donde nunca acabaron de sentirse cómodos.
A primera hora de la tarde, llamó la atención la publicación de varias fotografías en las que aparecía la principal sede estatal en la urbe desprovista de bandera. La tricolor rusa, izada el dos de marzo pasado, había desaparecido.
Por otra parte, fuentes dentro de la ciudad, citadas por periodistas de prestigio, aseguran que algunos de los principales puestos de control de Jersón se han vaciado.
El conjunto ofrece una imagen de confusión sobre la situación real dentro de la ciudad que, según la forma de juzgarla, bien podían ser buenas noticias o la más terrible de todas: al fin y al cabo, «¿iba realmente Rusia a replegarse sin dar un solo disparo, apelando, como había hecho semanas antes en Járkov, a la ‘buena voluntad’?.