Los que han escuchado y leído sobre la historia de adversidades del lanzador zurdo de los Astros de Houston pensaran que lo que ha salido a la luz pública es todo lo que ha pasado Framber Valdez para llegar a las Grandes Ligas.
Y no es cierto. Mientras más que se urga en la carrera del nativo de Palenque, San Cristóbal, más asombra la capacidad que ha tenido Valdez para reponerse de las traumáticas circunstancias que le preceden a una corta pero brillante e interesante carrera profesional.
Sobre todo si parte de esas adversidades son contadas por el protagonista de esta crónica.
Valdez hizo este fin de semana un lindo recuento de las situaciones encaradas para que un equipo de liga mayor le diera la oportunidad de mostrar su potencial.
Y lo hizo para arengar a niños y jóvenes de la Liga-Academia Otro Nivel a ser resilientes cuando se trate de perseguir sus sueños.
Valdez, quien este año se colocó un anillo de Serie Mundial, ganando dos de las cuatro victorias como abridor de los Astros, compartió con atletas, directivos, entrenadores y padres de la institución deportiva enclavada en el sector Amalia, a los que ofreció una extensa charla sobre la importancia de practicar deportes.
El sureño reveló que antes de conseguir un bono de diez mil dólares ofrecido por el escucha de los Astros, Roman Ocumarez, otras siete organizadores lo tuvieron en sus filas.
Pero el bono nunca llegaba y terminaban enviándolo a casa, debido a una sombra que le aparecía en el codo de su brazo de lanzar.
«Cuando era sometido a los exámenes de rigor para oficializar la firma, ahi mismo terminaba todo porque los resultados reflejaban una sombra en mi codo y decían me que no podían invertir 300 mil dólares para hacerme una cirugía de Tommy John», indico Framber.
Fue así como Valdez recorrió las organizaciones de los Tampa Bay, que le dio la primera oportunidad de firmar, Cardenales de San Luis, Mellizos de Minnesota, Marineros de Seattle, Indios de Cleveland, Cerveceros de Milwaukee y Arizona Diamondbacks.
Sostuvo que Arizona, inicialmente, le ofreció 20 mil dólares, pero que al darse cuenta del supuesto problema en el codo, le rebajó la oferta a 7 mil.
«Recuerdo que cuando Edward (Ramirez) me llamó para decirme que habían bajado el ofrecimiento del bono, le dije respondí que lo iba a tomar, que iba a firmar hasta de gratis, que solo quería que me dieran la chance de mostrar mi talento. Yo sabía que tenía el potencial y quería darme la oportunidad de que me permitieran mostrarlo», expresó.
Ramirez, apodado «El Oju», es un entrenador nativo de Guayacanes, San Pedro de Macorís, donde Valdez se trasladó a entrenar y «hacer un último intento un dia que Edward se apareció en Palenque a buscarme, me dijo que confiaba en mí y que yo iba a firmar con algún otro equipo».
Declaró que durante los procesos de firma y despido tuvo que hacerse 12 placas. «La última la pague con recursos propios y andaba con mi placa debajo del brazo para que el equipo que me diera el chance viera que estaba bien del codo».
Valdez, de 29 años de edad (19 de noviembre de 1993), fue firmado en 2015 y cuando viajó por primera vez dos años después, lanzó en cinco ligas diferentes. «Todo fue tan rápido que ya al siguiente año, en 2018, recorrí dos circuitos más y en el mismo 2018 hice mi debut en Grandes Ligas». Tiene registro de 41-23 en cinco años de servicio en la gran carpa, con 3.38 de efectividad en 514.1 entradas de labor.
Al igual que «El Oju», Valdez agradeció a Luis Ramirez, presidente de Otro Nivel, por las oportunidades que le dio en su academia y por creer en su potencial.
Valdez exhortó a los atletas sentir temor de Dios, respetar y escuchar los consejos de sus padres y confiar siempre en sus habilidades como deportistas