Varios legisladores demócratas presionaron este lunes al presidente estadounidense, Joe Biden, para que expulse del país a Jair Bolsonaro, quien se encontraría internado en Florida, después de que sus partidarios asaltaran el domingo las sedes de la presidencia, el Congreso y la Corte Suprema de Brasil.
“Estados Unidos debe dejar de otorgar refugio a Bolsonaro en Florida“, apuntó en un mensaje publicado en redes la popular legisladora demócrata por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, quien destacó las similitudes de lo sucedido con el asalto al Capitolio estadounidense hace dos años.
En este sentido se manifestaron otros legisladores como el congresista por Texas Joaquín Castro: “Bolsonaro no debe recibir refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes”, apuntó también en redes.
Mensajes similares publicaron los congresista demócratas de Minesota, Ilhan Omar, y de california Mark Takano: “A Jair Bolsonaro no se le debería permitir refugiarse en Estados Unidos”, sentenció este último.
En medio de denuncias no probadas de fraude electoral, Bolsonaro decidió no estar presente en la ceremonia de investidura de Lula, como manda la tradición, el pasado 1 de enero en Brasilia, y voló antes a Florida, Estados Unidos, siendo todavía presidente en el avión presidencial.
Bolsonaro (2019-2023) estaba alojado presuntamente en casa de un luchador brasileño de artes marciales mixtas en Orlando, en el centro de Florida, una ciudad donde cuenta con muchos seguidores entre la comunidad brasileña, y mantiene un perfil bajo.
Hasta el momento, Biden se ha limitado a condenar lo sucedido en Brasil y el domingo afirmó que seguirá trabajando con Lula.
“Condeno el asalto a la democracia y a la transferencia de poder pacífica en Brasil“, indicó el mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter en un mensaje en el que aseguró que las instituciones democráticas de Brasil tienen el “apoyo total” de Estados Unidos.
Mientras, el expresidente estadounidense, Donald Trump, quien siempre ha expresado sus simpatías por el brasileño Jair Bolsonaro y también vive en Florida, guarda un llamativo silencio sobre el suceso y, habitualmente muy activo en las redes sociales, no ha hablado ni escrito hasta ahora sobre el tema.