El 71 por ciento de la población peruana rechaza la gestión de la presidenta Dina Boluarte, quien accedió al cargo tras la destitución de Pedro Castillo, según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) que revela también que el 58 por ciento cree que hubo excesos por parte de las fuerzas de seguridad en la represión de las protestas frente al 26 por ciento que cree que actuaron adecuadamente.
El estudio depara igualmente mala nota para el Congreso, que tiene una desaprobación del 88 por ciento y un 9 por ciento de aprobación, ocho puntos más de desaprobación que hace un mes, informa el diario peruano ‘La República’.
En cuanto a las protestas, un 60 por ciento de los peruanos considera justificadas las protestas de diciembre –72 por ciento entre los jóvenes– mientras el 35 por ciento considera que no tienen justificación. El 50 por ciento se siente identificado con las protestas y el 46 por ciento, no.
El 44 por ciento cree que los actores más importantes de las movilizaciones son los grupos de ciudadanos espontáneos u organizados y un 27 por ciento la atribuye a colectivos violentos o vinculados a grupos terroristas.
Un 66 por ciento desaprueba que Castillo haya intentado perpetrar un golpe de Estado, mientras que el 30 por ciento sí lo aprueba.
El estudio se basa en entrevistas realizadas entre el 7 y el 12 de enero y tiene un margen de error de 2,8 puntos por encima y debajo de cada resultado.
Un segundo estudio publicado este domingo y elaborado por IPSOS Perú en exclusiva para ‘Perú21’ apunta a que el 52 por ciento de los peruanos cree que deben adelantarse las elecciones a diciembre de este año, incluso si eso significa que se aprueben pocas reformas políticas.
La encuesta de IPSOS confirma la desaprobación del 71 por ciento para Boluarte. También rechazan la gestión del primer ministro, Alberto Otárola, (61 por ciento) y del presidente del Congreso, José Williams (62 por ciento).
En cuanto a las reformas políticas, el 57 por ciento defiende que la elección del presidente y el Congreso sean cada cuatro años frente a los cinco años actuales, una opción continuista que apoya el 40 por ciento de los peruanos.