Los cubanos votaron a los 470 legisladores que les representarán en la Asamblea Nacional, en unas elecciones que se acercaron a la mayor abstención desde el triunfo de la revolución, según los datos difundidos por el Consejo Electoral Nacional (CEN)
Según la institución, la participación alcanzó el 70,34% del censo electoral, lo que supone 8,23 puntos porcentuales menos que en las parlamentarias previas (2018).
La participación en las elecciones parlamentarias en Cuba era históricamente alta. Entre 1976 y 2013 quedó por encima del 90 % y sólo en 2018 cayó por primera vez por debajo de esa barrera, hasta el 85,65 %.
Elecciones sin oposición
En los comicios de este domingo se presentaron 470 candidatos para el mismo número de asientos, ninguno de la oposición.
Prácticamente todos los abanderados son militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC, única legal), sus juventudes o de organizaciones afines. Tampoco hubo observadores internacionales.
El Gobierno cubano, el PCC, las instituciones y los medios del Estado han instado en las últimas semanas a votar en bloque por todos los candidatos propuestos por cada distrito en mensajes reproducidos en bucle en los medios estatales.
Elecciones «irregulares»
Tres ONG de observación electoral independiente calificaron los comicios parlamentarios de este domingo en Cuba como los «más irregulares» en el país desde 1976 y consideraron que no se atendió a la «voluntad» del electorado.
En un comunicado conjunto, Observadores de Derechos Electorales, Comisión Cubana de Defensa Electoral y Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales denunciaron «anomalías» de la ley electoral, empleo de tácticas de «coacción» y acciones de «represión» contra activistas y observadores independientes.
Las tres asociaciones, que aseguran tener experiencia en observación electoral dentro y fuera de Cuba, apuntaron que estas prácticas contribuyen a «la sensación ciudadana, que comienza a aflorar, de que las cifras oficiales de participación no concuerdan con el comportamiento real del electorado».