El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha denunciado que la invasión rusa de Ucrania ha llevado al mundo «a una era arcaica» y ha lamentado que las violaciones graves de los Derechos Humanos a causa de la guerra, que deja hasta la fecha más de 8.400 civiles muertos, «se han convertido en una impactante rutina».
Turk ha indicado que la invasión rusa ha devuelto a la comunidad internacional «a una era en la que el territorio de un país vecino podía ser atacado y arrebatado» y en la que «la identidad y la historia de las comunidades podría ser negada y la realidad reescrita». «Se suponía que la Carta de la ONU iba a poner fin a estos pensamientos atávicos, pero a día de hoy una nación está luchando por sobrevivir», ha subrayado.
Así, ha manifestado que la población ucraniana «hace frente a un sufrimiento y pérdidas masivos, privaciones, desplazamiento y destrucción», mientras que «los efectos a nivel mundial, incluidos los sufridos por países que no están implicados de ninguna forma, son profundos».
En esta línea, ha señalado que su oficina ha podido verificar hasta la fecha más de 8.400 civiles muertos y más de 14.000 heridos, si bien ha destacado que «estas cifras son sólo la punta del iceberg» y ha hecho hincapié en que «la mayoría de las víctimas fueron causadas por el uso por parte de las fuerzas rusas de armas explosivas de gran alcance contra barrios residenciales».
«En las zonas ocupadas de Ucrania hemos documentado numerosas ejecuciones sumarias y ataques contra civiles desde febrero del año pasado por parte de las fuerzas militares rusas, incluidos grupos armados afiliados como el Grupo Wagner. También hemos documentado 621 casos de desapariciones forzosas y detenciones arbitrarias», ha dicho, al tiempo que ha desvelado que las entrevistas con 89 civiles ucranianos liberados por Rusia indican que «el 91 por ciento de ellos fueron torturados o maltratados (…) incluidas varias formas de violencia sexual».
Turk ha apuntado que la mayoría de los 109 casos documentados de violencia sexual a manos de las fuerzas rusas tuvieron lugar en centros de detención, mientras que otros, incluidas violaciones, fueron perpetradas en zonas controladas por las fuerzas rusas, principalmente contra mujeres, incluidas tres menores de edad.
Asimismo, ha indicado que se han documentado más de 90 casos de desapariciones forzosas y detenciones arbitrarias por parte de las fuerzas ucranianas, el 53 por ciento de las cuales sufrieron torturas y malos tratos, además de 24 casos de violencia sexual.
«Civiles ucranianos han sido trasladados a territorio ocupado o a Rusia», ha denunciado Turk, que ha indicado que entre ellos figuran niños no acompañados que viven en zonas ocupadas por Rusia. «Estos traslados podrían constituir violaciones del artículo 49 de la Cuarta Convención de Ginebra», ha alertado.
EJECUCIONES DE PRESOS DE GUERRA
Por otra parte, ha confirmado que su oficina ha entrevistado a más de 400 presos de guerra y ha reseñado que «Ucrania ha dado acceso sin restricciones y confidencial a los lugares de internamiento». «Rusia, sin embargo, no ha facilitado el acceso, a pesar de las múltiples peticiones formuladas, lo que implica que las entrevistas con presos de guerra ucranianos sólo pudieron tener lugar tras su liberación», ha matizado.
«Hemos documentado la ejecución sumaria por parte de personal ruso de prisioneros de guerra ucranianos poco después de su captura, con una víctima gravemente mutilada antes de ser asesinada. Los presos de guerra ucranianos capturados durante la batalla sufrieron frecuentemente torturas y malos tratos, con al menos uno de ellos muriendo pocas horas después de sus torturas», ha recalcado.
Turk ha apuntado que su oficina también ha documentado ejecuciones sumarias de presos de guerra rusos y de personal que no estaba en combate a manos de las fuerzas ucranianas «inmediatamente después de su captura». «Somos conscientes e que hay investigaciones en marcha por parte de las autoridades ucranianas, si bien hasta la fecha no hay procesos judiciales abiertos», ha valorado.
«El Derecho Internacional encapsula unos valores mínimos que, en las situaciones más inquietantes, preservan nuestra humanidad. Incluso en medio de la sangría de la guerra, las normas del Derecho Humanitario protegen especialmente las vidas y dignidad de los civiles, los soldados heridos y enfermos y los presos de guerra. Nadie está por encima de estas leyes», ha recalcado. «Todas estas víctimas tienen derecho a la justicia y a una paz justa», ha añadido.
En otro orden de cosas, Turk ha reiterado que «la guerra rusa en Ucrania sigue causando ondas sísmicas en todo el mundo», incluidos «drásticos aumentos de los precios de la comida, la energía, los fertilizantes y otros bienes básicos, lo que ha incrementado las tensiones y las desigualdades en todas partes».
«La crisis por nivel de vida más grave a nivel mundial en la última generación está afectando las vidas y sustentos de cerca de 1.600 millones de personas y ha empujado a la pobreza a más de 71 millones», ha dicho, al tiempo que ha reseñado que esta situación «amenaza la estabilidad de muchos países».
Por ello, ha incidido en que «en un momento en el que la humanidad hace frente a aplastantes desafíos existenciales, esta guerra destructiva aleja de los trabajos para lograr soluciones y trabajar para garantizar la supervivencia». «Esta guerra desafía toda lógica. Esta locura debe terminar y debe lograrse la paz», ha dicho, antes de recalcar que seguirá trabajando para documentar los abusos de los Derechos Humanos en Ucrania.