Lloyd Austin, secretario de Defensa de EE. UU. prometió que el Pentágono «removerá cada piedra» para encontrar la fuente de las filtraciones de la semana pasada que contenían información clasificada sobre la guerra en Ucrania y de varios aliados del país norteamericano.
Los documentos clasificados que exponen datos reveladores sobre la guerra en Ucrania y que circularon en internet desde la semana pasada podrían cambiar el rumbo del conflicto, así como la respuesta de los países de occidente, según aseguró el Departamento de Defensa estadounidense.
El Secretario de Defensa del país norteamericano, Lloyd Austin, prometió que Estados Unidos investigará la supuesta filtración de documentos clasificados hasta encontrar su fuente.
«Ahora, no puedo decir mucho más mientras la investigación del Departamento de Justicia esté en curso. Pero nos tomamos esto muy en serio», afirmó Austin en conferencia de prensa.
El funcionario prometió que seguirán «trabajando estrechamente» con sus aliados y socios «destacados».
«Nada nos impedirá mantener la seguridad de Estados Unidos», concluyó.
SECRETOS DE INTELIGENCIA
Los documentos muestran secretos de la inteligencia estadounidenses sensibles para occidente y sus aliados. En ellos hay información que va desde mapas de las defensas aéreas ucranias hasta un análisis de los planes secretos de Corea del Sur para entregar 330.000 proyectiles al país europeo.
Todo esto, representa «un riesgo muy grave para la seguridad nacional y puede potencialmente alimentar la desinformación», según afirmó Chris Meagher, portavoz del Departamento de Defensa estadounidense.
Los documentos salieron a la luz en internet enero —según comunicó en primicia ‘The New York Times’— y habían recorrido las redes sociales hasta el viernes, cuando se conoció la filtración. Esta es considerada como la más grave desde que WikiLeaks publicara más de 700.000 cables diplomáticos en 2013.
Los detalles de la filtración son tan sensibles que muestran cómo, supuestamente, los misiles para los sistemas de defensa antiaérea de Ucrania podrían agotarse entre mediados de abril e inicios de mayo.