Francia despliega vehículos blindados en las calles para hacer frente a los disturbios nocturnos en muchas ciudades del país. Estos han dejado unas 900 detenciones y 2000 vehículos quemados. Una ola de violencia que comenzó después de quer un policía disparara mortalmente a un adolescente de Nanterre, a las afueras de París. El presidente del país, Emmanuel Macron, abandonó antes de tiempo la cumbre europea para tratar esta crisis.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, dijo: «Un tercio de los arrestados anoche eran jóvenes, a veces muy jóvenes, y es responsabilidad de los padres mantenerlos en casa. Por eso, es importante para la tranquilidad de todos que la responsabilidad parental pueda ser ejercido plenamente, y apelo al sentido de la responsabilidad de las madres y los padres. No es función de la República ocupar su lugar”.
Macron ha arremetido contra los llamamientos a la violencia realizados por algunos jóvenes en las redes sociales. Y es que los actos de los menores podrían acarrear multas de hasta 30 000 euros y penas de hasta 2 años carcel a los padres.
Jean Castex, presidente de la RATP (Régie autonome des transports parisiens): «Mire. Entre 200 000 y 300 000 euros por autobús. Debo señalar que ya hemos sido objeto de ataques: tres autobuses ya fueron incendiados el miércoles noche, más un tranvía completo. Así que la factura es mucho más alta».
Por el momento, los daños al transporte público ya rondan los 8 millones de euros y podrían aumentar en las próximas noches si esta violencia continúa; la cual a las revueltas de la ‘banlieue’ que conmocionaron al país en 2005.
Se están haciendo comparaciones entre lo que está sucediendo ahora y lo que sucedió en Francia hace casi 20 años cuando la rabia se propagó por las calles de todo el país tras la muerte de dos adolescentes que se electrocutaron cuando se escondían de la policía durante una persecución, en un suburbio de París.