El presidente ruso, Vladimir Putin, realiza su primer viaje a una gran potencia mundial desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022. Llegó a Beijing para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, al día siguiente, anunciaron funcionarios de las agencias de noticias rusas.
China recibirá hasta el miércoles a representantes de unos 130 países para el foro «Nuevas Rutas de la Seda», un importante evento diplomático que debería ayudar a fortalecer su estatura internacional. “El 18 de octubre de 2023 en Beijing, al margen del Tercer Foro Internacional de la Franja y la Ruta, se llevarán a cabo conversaciones entre el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente de la República Popular China, Xi Jinping”, anunció Moscú.
Los dos «discutirán de manera amistosa y franca (…) los problemas urgentes de la cooperación práctica bilateral y la agenda internacional», explicó el asesor diplomático del Kremlin, Yuri Ushakov. Antes del foro de las Nuevas Rutas de la Seda, los ministros de Asuntos Exteriores ruso y chino se reunieron el lunes en Beijing. Sergei Lavrov agradeció a China por haber convertido a Vladimir Putin en el “invitado principal” de esta reunión.
FORTALECER LAZOS MOSCU Y BEIJING
El pasado mes de marzo, Vladimir Putin recibió a Xi Jinping y le mostraron su comprensión, abogando por un fortalecimiento de la cooperación económica y militar para contrarrestar lo que presentan como hegemonía estadounidense.
Fuertemente sancionada por Occidente a causa de su ofensiva contra Ucrania, Rusia busca desde hace varios meses reforzar sus vínculos económicos, militares, energéticos, etc. Moscú se encuentra ahora «en una situación de dependencia sin precedentes de Beijing», especialmente en el plano económico, opina al respecto Bjorn Alexander Duben, experto en relaciones internacionales de la Universidad de Jilin (China).
¿Habrá alguna sorpresa durante la visita de Vladimir Putin? Pocos expertos esperan grandes anuncios y, sobre todo, debería ser una oportunidad para que Beijing muestre su apoyo simbólico a Moscú. «Rusia es consciente de que China no quiere firmar acuerdos con gran publicidad», dijo a la agencia AFP Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie Rusia Eurasia. «Es China la que tiene todas las cartas».
CUMBRE ECLIPSADA POR GUERRA
Sin embargo, los medios de comunicación del mundo centrarán su atención en el actual conflicto entre Israel y Hamás. China pide la protección de las poblaciones. Pero los líderes occidentales lo criticaron por no condenar a Hamás.
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, habló el domingo con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. Este último había pedido a Beijing que utilizara su “influencia” para calmar la situación en Oriente Medio.
China mantiene excelentes relaciones con Irán, que apoya a Hamás pero también al grupo islamista chiita Hezbolá que, con base en el Líbano, podría abrir un nuevo frente contra Israel.
El gobierno chino también patrocinó el espectacular acuerdo de marzo para restablecer las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán. En cuanto al enviado chino para Oriente Medio, Zhai Jun, se espera que visite la región esta semana para promover un alto el fuego.