En medio de la “grave preocupación” en la Organización de los Estados Americanos (OEA) por la situación política en Guatemala y al rechazo a la salida de Nicaragua del organismo, el representante del gobierno estadounidense hizo un llamado a ambos países a “no subestimar” el poder de las presiones internacionales.
Francisco Mora, embajador de EEUU ante la OEA, dijo el lunes en una llamada con medios de comunicación en relación a la separación de Nicaragua, que acciones como medidas cautelares, llamados de atención y comunicaciones sobre abusos de derechos humanos son un “tipo de presión política y diplomática que no se debe subestimar”.
“Yo creo que eso afecta a Nicaragua… yo creo que el régimen lo siente”, apuntó Mora.
Aunque aceptó que Nicaragua se ha negado a acatar las decisiones de la OEA, como resoluciones continuas, “no debemos descuidar que ese tipo de presiones funcionan y contribuyen al aislamiento de Nicaragua, que realmente ha tenido su impacto en Nicaragua… nosotros lo que no podemos hacer es abandonar al pueblo nicaragüense”.
Esto pese a que la OEA “no tiene herramientas para presionar económicamente más a Nicaragua”.
El domingo, 19 de noviembre, Nicaragua dejó de ser parte de la OEA tras cumplirse dos años de su denuncia a la Carta Democrática. Denis Moncada, canciller de Nicaragua, dijo el lunes que “Nicaragua ya no tiene ninguna relación, ya no somos miembro de ese infame organismo llamado OEA”.
PRESIONES ADICIONALES PARA GUATEMALA
Mora hizo referencia adicional a los aparentes intentos por parte de funcionarios en Guatemala a impedir que Bernardo Arévalo asuma la presidencia del país. El pasado miércoles, la OEA aprobó una resolución que expresa su “grave preocupación” por la situación política.
“En Guatemala, el proceso está trabajando, avanzando, hay retrocesos pero seguimos avanzando y toda la expectativa es que en parte al esfuerzo por parte del pueblo guatemalteco, pero por parte de la OEA, que el señor Arévalo llegue al poder el 14 de enero y yo creo que en gran parte se debe al esfuerzo de la OEA, no debemos de subestimar esa realidad”, apuntó el embajador.