Las tropas israelíes mantienen su ofensiva por tierra, mar y aire sobre la Franja de Gaza, y sus fuerzas terrestres se encuentran ya en los alrededores de Jan Yunis, al sur del enclave, donde se están produciendo fuertes combates.
Tanto esa localidad como Ráfah están siendo bombardeadas, pese a que EE.UU. había pedido a Israel que evitara víctimas civiles en esta nueva fase de la guerra.
Las organizaciones humanitarias advierten de que Israel ha ordenado abandonar sus casas a 600.000 personas, y que la localidad de Ráfah no puede albergar más desplazados. La ONU asegura que los hospitales están desbordados.
Según el Ministerio de Sanidad del enclave palestino, desde el 7 de octubre ya han muerto 15.899 personas, el 70% mujeres y niños. A su vez, al menos 1.200 personas murieron en Israel por el ataque sorpresa de Hamás.