Una intensa sequía amenaza con vaciar los afluentes del estado.
El gobernador de Utah, Spencer Cox, pidió a los residentes del estado que se unan a él en un “fin de semana de oración” para pedir que llueva, mientras la región atraviesa una emergencia por sequía.
“Al orar en colaboración y colectivamente, pidamos a Dios o a cualquier poder superior en el que cada uno crea que llueva más”, expresó el líder republicano del Beehive State.
“Pidamos para que podamos escapar de los aspectos más mortíferos de esta sequía que continua”, agregó Cox, en un video publicado este viernes.
El líder político de Utah dijo que la actual falta de agua “tiene el potencial de dañar los cultivos, afectar gravemente la vida silvestre y causar incendios forestales mortales en el estado”.
“Ya les he pedido a todos los habitantes de Utah que conserven el agua y que eviten las duchas prolongadas. También les pedimos que arreglen los grifos que gotean y planten paisajes con agua para refrescarse”, agregó el gobernador Cox .
Esos esfuerzos por sí solos no serán suficientes para protegernos.
“Necesitamos más lluvia y la necesitamos ahora. Necesitamos alguna intervención divina. Por eso les pido a los habitantes de Utah de todas las religiones que se unan a mí en un fin de semana de oración del 4 al 6 de junio”, solicitó como una forma de hacer frente a la severa crisis que se avecina.
El pasado 13 de mayo, Utah declaró “estado de emergencia por sequía” luego de que el flujo de agua corriente durante la primavera se situara “por debajo del 76 % del promedio estacional del estado”.
No solo The Mormon State ha sufrido los embates de las intensas oleadas de calor que han llevado a sus vertientes acuíferas al punto mínimo, también California y Oregon se declararon en emergencia tras experimentar los efectos de la sequía, hecho que promete generar estragos en las comunidades nativo-americanas de la zona y podría arreciar con la cosecha de los productores agrícolas.