- El hecho sucedió en Alemania, donde las personas que escenificaron lo acontecido, aún no salen del asombro y el miedo vivido
Un hombre se negó a utilizar tapabocas en una estación de servicio y ante la insistencia de un empleado para que cumpliera con las medidas de prevención contra el coronavirus decidió asesinarlo.
El empleado, de 20 años, no quiso atender al cliente por no acatar los protocolos. Enojado, el hombre se marchó dejando las cervezas en el mostrador. Regresó una hora y media después portando esta vez su mascarilla, pero se la quitó para provocar una reacción del cajero. Tras un nuevo correctivo del empleado, el hombre sacó un arma del bolsillo y le disparó. De esta manera, el joven murió en el acto.
Sin embargo, no fue sino hasta el día siguiente que el hombre se presentó por su propia cuenta ante la comisaría para admitir el asesinato.
Según el fiscal Kai Fuhrmann, el hombre “se sentía acorralado por las medidas destinadas a luchar contra la pandemia del COVID-19 ya que las consideraba una creciente violación de sus derechos y no había encontrado una salida».
Casos como este viven pasando en el mundo, gracias a la ignorancia humana, el mal entendimiento al intentar justificar una mala acción y el poco amor que le tenemos a la vida en si..
Fuente de noticia: Dajaboninformativa.com