Estados Unidos advierte a los latinoamericanos de que Rusia los intenta «manipular» mediante una supuesta campaña de desinformación en español con la que el Kremlin busca justificar la invasión de Ucrania y denigrar la imagen de Washington en la región.
El encargado de la oficina antipropaganda del Departamento de Estado, James Rubin, declaró en una entrevista que la Administración de Joe Biden está preocupada por las dificultades de Ucrania para lograr el apoyo de los gobiernos de América Latina y quiere que Moscú deje de «engañarlos».
«Rusia planeó una campaña de desinformación en todo el continente para tratar de manipular a los votantes de América Latina mediante desinformación y difusión de ideas disparatadas», explica el coordinador del Centro para la Participación Mundial del Departamento de Estado.
Desde Chile hacia el resto de la región
Según la Administración de Biden, el Gobierno ruso orquesta desde Chile una campaña para captar a medios locales y creadores de opinión de toda América Latina para que difundan su propaganda escondiendo la mano del Kremlin que hay detrás.
Un equipo se encarga de elaborar el contenido en Rusia y envía el material a su gente en la región para que lo difunda en español y portugués a través de medios locales y que parezca información independiente.
«Creemos que eso ocurre en toda la región, en todos los países, como Argentina, Chile, Colombia, México, Cuba, Venezuela y Brasil», dice Rubin.
Según el alto funcionario, los mensajes que el Kremlin difunde en Latinoamérica tratan de «justificar lo injustificable», explica en referencia a la invasión rusa de Ucrania.
Acusan por ejemplo a Kiev de poseer «armas biológicas, entre otras ideas disparatadas».
«Pero la gente en América Latina debería recordar que no es una opinión sino un hecho que Rusia decidió una mañana invadir a su vecino con cientos de miles de tropas y luego cometer atrocidades en Ucrania contra la gente que vive allí», afirma Rubin.
El coordinador de la oficina antipropaganda también denuncia que Moscú quiere hacer creer que Estados Unidos «tiene la culpa» de esta guerra, pero «fue una decisión de Rusia invadir a su vecino», insiste.
Preocupados por el insuficiente apoyo a Ucrania
Varios gobiernos de izquierdas en América Latina han marcado distancias con Estados Unidos y han expresado neutralidad ante la guerra de Ucrania, algo que ha evidenciado la influencia que tiene Rusia en la región.
«Estamos preocupados por las dificultades que tienen el pueblo y el gobierno de Ucrania para lograr un apoyo pleno de América Latina, África y de otros países en Asia», confiesa Rubin.
Por ello, Washington quiere que Rusia deje de «engañar a los pueblos de Latinoamérica y de hacerles pensar que hay alguna justificación para una invasión a gran escala de su vecino».
Rubin recalca que Moscú tiene todo el derecho a expresar sus opiniones a través de canales y medios de comunicación oficiales, como RT o Sputnik, pero lo censurable es que «esconda su mano» detrás de una presunta campaña de noticias falsas.
La Administración de Biden cree que el Kremlin ha escogido manipular a los medios de esta región porque en Latinoamérica existe libertad de prensa y un apoyo histórico a lo que fue la Unión Soviética.
También para tratar de sembrar la imagen de que «Estados Unidos es un gobierno colonial y Rusia un gobierno anticolonial, lo cual no es cierto», subraya Rubin.
La Administración estadounidense asegura que se ha puesto en contacto con los gobiernos del continente para avisarles de la supuesta campaña de desinformación rusa.
Según Rubin, este es un «problema» que deben afrontar también los periodistas y lectores de la región, a quienes invita a tratar de identificar «cuándo los rusos los están intentando manipular».
«Creo que lo más importante es que la gente se cuestione algunas preguntas cuando lea, escuche o vea algo sobre Rusia que les sorprenda y les haga pensar que tal vez los rusos no son tan malos y que todo es culpa de Estados Unidos», sentencia el funcionario.