El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, ha asegurado que China socava la seguridad regional por el «constante acoso» a barcos de Filipinas, unas declaraciones que llegan tras el incidente ocurrido unas horas antes, en el que Manila acusaba a Pekín de causar daños a un buque de su Guardia Costera tras emplear cañones de agua en una zona en disputa del mar de China Meridional, mientras que las autoridades chinas han defendido su acción al considerar que las embarcaciones entraron en sus aguas territoriales.
«El constante acoso a los buques filipinos cerca del arrecife Scarborough –también conocido como banco de arena Bajo de Masinloc– es perjudicial para la paz y la estabilidad regionales, y nuestra creencia es que la instalación de estos obstáculos por parte de la Guardia Costera china también pone en peligro los medios de subsistencia de los pescadores filipinos y les impide ejercer sus derechos legales a pescar en esas aguas», ha declarado Patel durante una rueda de prensa.
Tras ello, ha recordado que la demarcación de estas aguas se estableció en 2016 tras una sentencia «definitiva y jurídicamente vinculante» basada en la Convención sobre el Derecho del Mar de 1982, por lo que ha instado a China a respetar el derecho a la libertad de navegación en base al Derecho Internacional.
El Tribunal Permanente de Arbitraje falló en 2016 a favor de Filipinas y rechazó las reivindicaciones de China sobre las aguas de la zona. Además, la corte determinó que Pekín se comportó de forma «ilegal» y que carece de «derechos históricos» a los que agarrarse para reclamar su soberanía, una postura que ha sido duramente rechazada por las autoridades del gigante asiático.
El Gobierno chino ha ofrecido a Filipinas la posibilidad de ignorar el fallo de la citada corte para realizar perforaciones conjuntas en la zona, mientras que Manila ha argumentado en varias ocasiones que ninguna de las islas o arrecifes de las islas Spratly, también en el mar de China Meridional, son lo suficientemente grandes como para garantizar una zona económica exclusiva (ZEE) de hasta 200 millas náuticas para China.
En cambio, en el caso del citado banco de arena, alega que está incluida dentro de la ZEE correspondiente a la isla filipina de Luzón y, por lo tanto, pertenece a Filipinas. Además de Filipinas, Brunéi, China, Malasia, Taiwán y Vietnam reivindican la soberanía en algunas zonas del mar de China Meridional.