En todo el mundo, más de 7 muertes por cada 100 000 se vinculan con la cirrosis por alcohol.
ROCHESTER, Minnesota: Los resultados de los pacientes con cirrosis por alcohol (ALC, por sus siglas en inglés) después de recibir el alta de cuidados intensivos son peores que los de los pacientes con cirrosis por otras causas, dice un nuevo estudio de Mayo Clinic.
La cirrosis consiste en la fibrosis del hígado que daña su funcionamiento y que puede ser mortal. Casi el 50 por ciento de todas las muertes por cirrosis se atribuyen al trastorno de consumo crónico de alcohol y el resto es producto de la hepatitis y otro tipo de enfermedades del hígado. En todo el mundo, más de 7 muertes por cada 100 000 se vinculan con la cirrosis por alcohol.
Según un nuevo estudio publicado en Mayo Clinic Proceedings, los pacientes con cirrosis por alcohol no solo necesitan considerablemente más atención después de recibir cuidados intensivos, sino que tienen una tasa de muerte en el hospital bastante más alta (10 por ciento frente a 6,5 por ciento) y una mortalidad mayor a los 30 días de haber recibido el alta de cuidados intensivos (18,7 por ciento frente a 11,2 por ciento) que los pacientes con cirrosis atribuida a otras causas.
«En estudios anteriores, ya se informó sobre los resultados clínicos de los pacientes con cirrosis por alcohol, pero los datos fueron contradictorios. El estudio demostró que si bien no existe diferencia significativa en la mortalidad en cuidados intensivos de los pacientes con cirrosis por alcohol frente a otras causas, sí hubo una diferencia significativa en la mortalidad de los pacientes que sobrevivieron los cuidados intensivos hasta después de 30 días», señala el Dr. Douglas Simonetto, gastroenterólogo de Mayo Clinic y autor experto del estudio.
En estudios anteriores, la razón para la mayor mortalidad de los pacientes con cirrosis por alcohol frente a los pacientes con cirrosis no debida al alcohol se atribuyó a una prevalencia más alta de infección. «En nuestro estudio, las tasas de infección fueron similares entre ambos grupos, pero ante la presencia de una infección, esta se relacionaba con mayor mortalidad en los pacientes con cirrosis por alcohol», dice el Dr. Simonetto.
El estudio retrospectivo analizó los casos archivados de 1174 pacientes que ingresaron a cuidados intensivos en Mayo Clinic entre enero de 2006 y diciembre de 2015. Los pacientes se dividieron equitativamente entre personas con cirrosis por alcohol y gente con cirrosis debida a otras causas. Los investigadores se concentraron en las tasas de supervivencia dentro de cuidados intensivos, al salir al piso hospitalario y 30 días después de recibir el alta de cuidados intensivos.
La edad promedio de los pacientes del estudio fue de 50 años y el 60 por ciento era hombres. Entre los pacientes con cirrosis por alcohol, el 69,2 por ciento padecía la afección a consecuencia del consumo de alcohol solamente, pero el 30,8 por ciento tenía cirrosis debido al alcohol y a alguna otra causa, como hepatitis C. Al momento del ingreso a cuidados intensivos, alrededor del 50 por ciento de los pacientes con cirrosis por alcohol continuaba bebiendo y el 36,7 por ciento había dejado de hacerlo hace seis meses o más.
«Para sorpresa nuestra, no hubo diferencia significativa en la supervivencia de los pacientes que se abstuvieron de consumir alcohol durante seis o más meses antes de ingresar a cuidados intensivos y quienes no lo hicieron. Es posible que esto refleje un período muy corto de abstinencia, puesto que otros estudios han planteado que podría ser necesaria una abstinencia de, por lo menos, un año y medio para que exista una diferencia significativa en la supervivencia de los pacientes con cirrosis por alcohol», afirma la Dra. Chansong Choi, médica residente en Medicina Interna de Mayo Clinic y autora principal del estudio.
En los pacientes con cirrosis que ingresan a cuidados intensivos, es fundamental diagnosticar pronto si hay sepsis, afección potencialmente mortal que se presenta cuando la respuesta del organismo ante la infección daña los propios tejidos. Se ha propuesto aplicar la Evaluación de falla orgánica, rápida y secuencial (relacionada con la sepsis) (puntuación qSOFA) como un método simple de detectar pronto la sepsis, pero el estudio de Mayo Clinic descubrió que la utilidad clínica y la aplicabilidad de la puntuación qSOFA en los pacientes con cirrosis es limitada.
«Nuestro estudio descubrió que la puntuación qSOFA no pronostica bien la sepsis ni la mortalidad dentro del hospital de los pacientes con cirrosis. Necesitamos mejores medios de evaluar al enfermo para predecir la infección y la sepsis en este grupo de pacientes, a fin de implementar las medidas terapéuticas adecuadas», explica la Dra. Choi.
Los autores no informan sobre conflictos de interés ni tienen revelaciones económicas que hacer.