La organización por los derechos humanos Manos Unidas para el Desarrollo de Haití denunció hoy la muerte de un prisionero en Gonaïves, y criticó las deplorables condiciones de las cárceles.
Según la plataforma, el reo que se encontraba en la celda de los enfermos, de unos seis metros cuadrados, falleció por las malas condiciones sanitarias del lugar.
El hacinamiento de este centro de detención hace que este lugar sea un verdadero infierno para cualquiera que permanezca allí por cualquier motivo, denunció la organización, al señalar que los cubículos de los detenidos se encuentran abarrotados.
Además de la aglomeración, el estado de insalubridad, el hambre, sed y la falta de circulación del aire, constituyen una amenaza constante para los prisioneros.
Las cárceles de Haití se encuentran entre las más hacinadas del mundo con un nivel ocupacional del 454 por ciento, según diversos estudios.
A finales de junio se desató un escándalo luego que ocho prisioneros murieron «de hambre, sed y asfixia» en la prisión civil de Les Cayes (sur).
El comisario de Gobierno de la ciudad, Ronald Richemond, explicó que los decesos están relacionados con el aumento de las temperaturas en las celdas que acogen a unos 80 prisioneros, además del poco acceso a una nutrición balanceada, problemáticas que fueron denunciadas por organizaciones de derechos humanos.
La Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití expresó su preocupación por el aumento de las muertes en las cárceles y deploró la «altísima» tasa de detención preventiva prolongada.
Al menos el 90 por ciento de los detenidos aún no se entrevistó con un juez y pueden pasar hasta una década en los centros penitenciarios antes de tener acceso a abogados.