Ucrania intensificó el intercambio de datos de inteligencia con EE.UU. este verano, cuando empezaron a planificar la contraofensiva realizada en los últimos días contra las tropas rusas en la región de Járkov, reportó este sábado The New York Times citando a funcionarios estadounidenses.
Según la publicación, Washington ha proporcionado a Kiev información sobre puestos de mando, depósitos de municiones y otros puestos importantes del Ejército ruso durante todo el conflicto.
Sin embargo, los ucranianos se abstuvieron de revelar sus planes operacionales por preocupación de que pudieran «poner de relieve debilidades y desalentar el apoyo continuo estadounidense», señalaron los funcionarios. «Pero mientras Ucrania estaba ideando un plan para contraatacar a los rusos, altos dirigentes en Kiev decidieron que compartir más información con Estados Unidos ayudaría a conseguir más asistencia», indicaron.
MANERAS DE ATENUAR AVANCE RUSO
Un funcionario señaló en ese contexto que «los estadounidenses discutieron ‘constantemente’ con Kiev las maneras en que Ucrania podría atenuar el avance ruso».
Ucrania señaló esta semana que logró avanzar en la región de Járkov, tomando las ciudades de Balakleya e Izium, que estuvieron bajo el control de Rusia durante meses.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia comunicó este sábado que las tropas rusas desplegadas cerca de esas ciudades fueron reagrupadas para reforzar las posiciones rusas en la dirección de Donetsk.
En el marco de este operativo, que se desarrolló durante tres días, los militares rusos realizaron «una serie de actividades de distracción y demostración» que imitaron las acciones reales de las tropas. Para evitar daños a los soldados rusos, el Ejército realizó un ataque con aviación, tropas de misiles y artillería.
Mientras tanto, la Oficina Estatal de Investigaciones de Ucrania (DBR, por sus siglas en ucraniano) anunció este viernes que había comenzado a realizar una «filtración» de los civiles que viven en la ciudad de Balakleya. De acuerdo con un comunicado de la DBR, sus investigadores «iniciaron medidas de filtración e investigación en el asentamiento», con el fin de «evitar el aumento de la actividad de los rusos y sus secuaces».
Se señala que la agencia, junto con otros organismos, «están examinando cuidadosamente» la información sobre las personas que cooperaron con las fuerzas rusas, y «comprobando a aquellos que pueden suponer una amenaza para la seguridad nacional».
El organismo también añadió que el régimen de Kiev pretende «someter a la estricta responsabilidad» a «los colaboradores y traidores». «Se acerca el momento de ajustar cuentas», concluyó.