El dominicano Alfredo Ogando Uceta, vecino del barrio pamplonés de la Rotxapea, falleció este domingo en el polígono Landazabal de Villava tras recibir varias heridas con arma blanca.
Su cadáver, han informado allegados a la familia, fue despedido este martes en un tanatorio de Pamplona y se encuentra ya en Madrid, donde se están ultimando los trámites para su repatriación a la República Dominicana.
En Pamplona, los familiares de la víctima celebrarán próximamente una misa en su recuerdo, ha explicado una persona cercana a la familia, que ha asegurado que Ogando era «una persona muy carismática, muy alegre, muy colaboradora» con todos los actos que organizaba el colectivo de dominicanos.
«La comunidad dominicana está consternada por la desaparición de esta persona, indudablemente», ha destacado.
Sobre las causas que pudieron motivar el ataque, ha declarado que, en torno a este caso, que se encuentra bajo secreto del sumario, «hay mucho bulo», pero «parece que el móvil real ha sido un problema de celos».
Del presunto asesino, que no ha sido detenido aún, ha indicado, «solo se sabe que es un dominicano que es de muy buena familia», un hombre «bastante joven», que «no era una persona conflictiva».
Por este motivo, ha subrayado que «hay una consternación por ambas partes», tanto en la familia de la víctima como del presunto asesino, «y de toda la comunidad dominicana en general».