El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha confirmado que el supuesto globo espía chino no recopiló información durante su sobrevuelo de territorio estadounidense el pasado mes de febrero, incidente que provocó una crisis en las relaciones entre Washington y Pekín.
«En casos anteriores (…) se han utilizado componentes estadounidenses. Así que eso, en sí mismo, no es sorprendente. Sabíamos que tenía capacidades de recopilación de inteligencia, pero (…) no se recopiló mientras transitaba o sobrevolaba por Estados Unidos», ha aclarado el portavoz del Departamento de Defensa, el general Pat Ryder, durante una rueda de prensa.
El globo, que según Washington contaba con un programa de vigilancia del Ejército de China detrás, sobrevoló territorio estadounidense y, tal y como indican informaciones preliminares derivadas de la investigación interna del Gobierno, contaba con materiales fabricados en Estados Unidos.
El pasado 4 de febrero, un caza estadounidense derribó el globo cerca de la costa del estado de Carolina del Sur. El FBI abrió posteriormente una investigación sobre el propio globo, los algoritmos del software, los sistemas de energía y el diseño general del aparato a pesar de que las autoridades consideraron que su presencia no constituía una amenaza para las aeronaves comerciales ni la población.
Washington cree que la flota de globos espías tiene su base en la isla de Hainan, en el sur del país, y que en el último año ha realizado decenas de misiones en los cinco continentes. Seis de estos vuelos habrían sido en el espacio aéreo estadounidense, pero no necesariamente sobre su territorio.
China, por su parte, mantiene que se trata de una sonda meteorológica que se desvió por accidente a pesar de que el aparato contaba con un sistema de dirección de vuelo que fue utilizado cuando se encontraba sobre el estado de Montana.