La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha reiterado este jueves «la firme voluntad» de su Gobierno de «seguir promoviendo» el diálogo entre las partes, después de que esta semana se haya llevado a cabo la tercera ‘Toma de Lima’ en la capital del país, cuyas reclamaciones son la renuncia de la mandataria y elecciones anticipadas.
«Solo conversando y sin gritarnos, podemos oírnos. Si hablamos bajito, a pesar de la distancia, sí nos vamos a escuchar», ha declarado la presidenta andina, que estaba acompañada por el presidente del Congreso, José Williams, y el primer ministro del país, Alberto Otárola.
Asimismo, ha aprovechado la ocasión para agradecer al Congreso, al que también considera «dialogante», ya que «está apostando por encontrar leyes que nos unan y no nos desunan, por encontrar el camino con el Ejecutivo y el Legislativo».
El ministro del Interior, Vicente Romero, ha señalado que han participado aproximadamente 21.000 personas, aunque ha negado que se hayan producido protestas en algunas regiones del país, recoge el periódico ‘La República’.
Por su parte, el ministro de Economía, Alex Contreras, ha señalado que «las protestas no tuvieron un impacto significativo a nivel macroeconómico», puesto que el efecto económico ha sido moderado cierre temprano de establecimientos, en especial en la capital.
Contreras, que ha apoyado a Boluarte en su mensaje por el diálogo, ha recordado que las marchas que tuvieron lugar entre diciembre y febrero dejaron unas pérdidas económicas de 4.000 millones de soles peruanos (cerca de un millón de euros).
«El mensaje de la presidenta fue claro: que se respete el derecho constitucional de los ciudadanos a manifestarse, pero también el derecho constitucional a trabajar y por eso es importante el llamado al diálogo. Todos queremos avanzar y las protestas pacíficas están en el marco de la Constitución y el respeto al trabajo de los peruanos», ha declarado el ministro.
Desde la oposición, el parlamentario de Perú Libre Waldemar Cerrón ha negado que la marcha haya sido una decepción: «Ninguna marcha es un fracaso, es un avance para el pueblo».
El exministro del Interior Gino Costa ha calificado las protestas de «democráticas y pacíficas», agregando que estas características son señales de que «el país no está dispuesto a permitir» que siga habiendo negligencias en el ejecutivo.
La capital andina fue escenario el miércoles de la tercera convocatoria de la manifestación ‘Toma de Lima’, una marcha ciudadana contraria al gobierno de Boluarte y que exige su dimisión del cargo. Boluarte ascendió a la Presidencia en diciembre de 2022 tras la destitución y detención del entonces jefe de Estado, Pedro Castillo, tras un intento de arrogarse más competencias.