El «efecto bruto total» del conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás para los años 2023-2025 puede ascender a 198.000 millones de séqueles (53.460 millones de dólares), según se desprende del informe del Banco Central del país hebreo publicado este lunes.
Así, el 54 % de este impacto fiscal corresponde a los gastos militares adicionales, el 17,7 % representa pérdidas de ingresos tributarios, mientras que el 11,1 % será destinado para las compensaciones del daño directo e indirecto.
Además, las autoridades monetarias de Israel vaticinaron el déficit presupuestario del 3,7 % en 2023 y el 5 % en 2024, comparado con el superávit del 0,6 % del año pasado. Entretanto, se espera que la inflación sea del 2,4 % para 2024. En este contexto, el comité monetario del Banco Central israelí dejó sin cambios este lunes el principal tipo de interés, que se mantiene en 4,75 %.
Por su parte, el jefe de la institución, Amir Yaron, advirtió que las «ramificaciones fiscales» del conflicto perdurarán a medio plazo, subrayando la «gran importancia de mantener un marco fiscal responsable» para el Gobierno israelí.