La Casa Blanca no cree que la actual estrategia militar de Israel en la Franja de Gaza conduzca a una «victoria absoluta» sobre el grupo militante palestino Hamás.
Así lo afirmó este lunes el vicesecretario de Estado de EE.UU., Kurt Campbell, en su intervención en la Cumbre de la Juventud de la OTAN, celebrada en Miami.
«Creo que, en algunos aspectos, estamos luchando sobre cuál es la teoría de la victoria. A veces, cuando escuchamos atentamente a los líderes israelíes, hablan principalmente de la idea de algún tipo de victoria radical en el campo de batalla, una victoria absoluta», declaró el alto funcionario. «No creo que eso sea probable o posible», agregó.
Campbell comparó la situación en Gaza con la insurgencia recurrente que EE.UU. enfrentó en Afganistán e Irak después de invadir ambos países tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 e instó a una solución política. «Se parece mucho a situaciones en las que nos encontramos después del 11 de septiembre, donde, después de que las poblaciones civiles habían sido trasladadas y mucha violencia, las insurrecciones continúan», señaló.
Por otra parte, reconoció las «innegables tensiones» entre Washington y Tel Aviv ante las operaciones israelíes en torno a la ciudad gazatí de Rafa, que se encuentra superpoblada de refugiados de otros sectores del enclave palestino.
El presidente estadounidense Joe Biden aseveró la semana pasada que su país suspenderá los envíos de bombas y proyectiles de artillería a Israel en caso de que lleve a cabo una invasión a gran escala en Rafa.
Al respecto, Campbell subrayó que Biden teme que la operación provocaría un aumento de las víctimas civiles y más refugiados. «El presidente ha sido claro en que se siente profundamente incómodo con eso», recalcó.
Entre tanto, Israel se ha comprometido en varias oportunidades a continuar con sus planes militares en la Franja de Gaza pese a las presiones internacionales. «Esto solo refuerza nuestra determinación de seguir luchando contra las presiones y de seguir luchando hasta el final, hasta la victoria absoluta. Ninguna presión internacional nos impedirá alcanzar todos los objetivos de la guerra», declaró a mediados de marzo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.