El presidente Joe Biden dijo que él y la primera dama Jill Biden estaban “conmocionados” por el tiroteo masivo que ocurrió durante un desfile del Día de la Independencia en Highland Park, Illinois, y dejó a seis muertos y dos decenas más en el hospital.
El presidente lo llamó otro ejemplo de “violencia armada sin sentido que una vez más le causó dolor a una comunidad estadounidense”.
En un comunicado, Biden dijo que él y su esposa estaban “agradecidos” por los esfuerzos de los funcionaros del orden que acudieron a la escena sangrienta, y dijo que le había ofrecido al gobernador de Illinois, JB Prizker, y a la alcaldesa de Highland Park, Nancy Rotering, “el apoyo total del gobierno federal”, incluida una oleada de agentes del orden público para ayudar en la búsqueda en curso del presunto tirador.
“Los miembros de la comunidad deben seguir la guía del liderazgo en el terreno, y los monitorearé de cerca a medida que aprendamos más sobre aquellos cuyas vidas se han perdido y rezaremos por aquellos que están en el hospital con heridas graves”, expresó Biden.
RECIENTEMENTE PROMULGÓ LEY
El tiroteo en Highland Park, un suburbio rico de Chicago, se da pocas semanas después de que Biden promulgara la primera ley federal importante sobre seguridad de armas que se aprobó en el Congreso en décadas.
Biden expresó que el proyecto de ley que firmó salvará vidas, pero enfatizó que hay “mucho más trabajo por hacer” y prometió no rendirse en la lucha contra la violencia armada.
Poco tiempo después de que Biden emitiera su declaración, la vicepresidenta Kamala Harris le dijo a la prensa que ella y el presidente habían estado trabajando “en estrecha coordinación” y que los informaban sobre la situación a medida que se desarrollaba la persecución del presunto tirador.
