Muchas personas experimentan la incomodidad de que un alimento o bebida se vaya accidentalmente por el lugar equivocado durante la deglución. Sin embargo, los problemas de deglución a veces se vuelven crónicos y pueden ser la señal de una enfermedad que debería tratarse. El en Londres, explica por qué la gente puede tener dificultad al deglutir y cómo tratar este problema.
El término médico para los problemas de deglución es disfagia. Cuando esto ocurre de forma esporádica, generalmente, es por comer o beber muy rápido o por no masticar bien la comida, dice el Dr. East. Otra causa podría ser el desgaste normal del esófago que se presenta al ir envejeciendo; sin embargo, en casos crónicos, podría tratarse de un problema médico.
«Aunque la acción de comer puede parecer algo simple, deglutir los alimentos y las bebidas es en realidad una operación compleja en la que participan muchos nervios y músculos. Cuando estos no funcionan bien, los alimentos posiblemente no se muevan como deberían a través del tracto digestivo y, por ello, se queden atascados o se acumulen en la garganta o el esófago», indica el Dr. East.
Existen dos tipos de disfagia. Uno de ellos abarca al esófago y a otros problemas con los músculos de la garganta y, se conoce como disfagia orofaríngea.
Las enfermedades asociadas con la disfagia esofágica incluyen lo siguiente: la enfermedad de reflujo gastroesofágico, los tumores esofágicos, las afecciones en las que los músculos esofágicos presentan espasmos o no pueden relajarse como en la acalasia, la esclerodermia, la esofagitis eosinofílica y tanto la fibrosis como el estrechamiento del esófago que es un efecto secundario de la radioterapia.
Los problemas de salud subyacentes relacionados con la disfagia orofaríngea incluyen algunos tipos de cáncer, enfermedades neurológicas (como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple y la distrofia muscular), el desarrollo de un crecimiento similar a una bolsa en la garganta (que se conoce como divertículo de Zenker) y el daño nervioso a raíz de un accidente cerebrovascular, un traumatismo cerebral o una lesión en la médula espinal.
La dificultad crónica en la deglución puede resultar en pérdida de peso, atragantamiento y provocar que la comida llegue a los pulmones, lo que a su vez podría causar aspiración, neumonía y ahogo, dice el Dr. East.
El diagnóstico de disfagia crónica puede requerir radiografías, endoscopia, en la que se usa un endoscopio para visualizar el esófago, medición de la presión esofágica y tomografías computarizadas.
El tratamiento puede incluir fisioterapia, cirugía, medicamentos y cambios en la alimentación incluido el descartar alimentos con ciertas texturas y limitar o eliminar el consumo de cafeína y alcohol.
Entre los nuevos tratamientos se incluye la miotomía endoscópica peroral (POEM, por sus siglas en inglés), donde se reemplaza la cirugía laparoscópica tradicional para liberar el espasmo de los músculos esofágicos por una técnica endoscópica menos invasiva que se realiza completamente a través de la boca.
«Si le parece que la dificultad para deglutir alimentos empieza a ser más frecuente y no solo ocurre muy de vez en cuando, es importante que consulte con el profesional de atención médica con premura para explorar si la causa podría ser una enfermedad subyacente. Las afecciones crónicas que contribuyen a la disfagia pueden, con frecuencia, tratarse exitosamente y así mejorar en gran manera la calidad de vida, pero los problemas de deglución casi siempre deben investigarse con rapidez», señala el Dr. East.