El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó que el Gobierno de EE.UU. no defendiera los principios democráticos en Perú, expresados en la voluntad popular que eligió como presidente a Pedro Castillo.
«Yo la verdad lamento mucho que el gobierno de EE.UU., que siempre habla de democracia, en este caso, en vez de pedir que se respetara la voluntad del pueblo, que se respetara al presidente electo de manera democrática, lo que hacen es que avalan toda la maniobra truculenta para destituir al presidente», declaró López Obrador en su rueda de prensa matutina.
El mandatario mexicano comentó que la acción de Washington sobre la crisis política e institucional de Perú, agravada con la vacancia de Castillo por parte del Congreso y la designación de Dina Boluarte como mandataria, «es indudable» y ha sido «completamente injerencista», porque EE.UU. aparece «muy destacado en todos estos acontecimientos».
«Apenas se estaban dando los hechos [en Perú], el primer comunicado es de la embajadora de EE.UU. [Lisa Kenna] ya reconociendo la decisión del Congreso», dijo López Obrador. «En los momentos de más confrontación y de represiones, [la embajadora] va al Palacio de Perú a ver a la Presidenta, a expresar su apoyo, eso es completamente injerencista», agregó.
En esa línea, el mandatario mexicano recalcó que la intervención de EE.UU. en los temas internos de otros países no nueva, sino que obedece a la llamada ‘Doctrina Monroe’ –que proclama que el continente debería ser controlado por Washington–, una política que ha sido impuesta en los países latinoamericanos «durante mucho tiempo y sigue todavía vigente», a través del «papel protagónico» de los embajadores estadounidenses en los conflictos de América Latina.
Para López Obrador, esta política tiene que ser erradicada, por lo que adelantó que será un asunto que tratará con su homólogo estadounidense, Joe Biden, para buscar la manera de iniciar una nueva etapa de relaciones más respetuosas.
Preocupación por Perú
Entretanto, López Obrador comentó que le preocupa la situación actual en Perú, porque está en juego la democracia y la credibilidad de las instituciones que deberían respetar el mandato popular.
Para el mandatario mexicano, la destitución de Castillo de la Presidencia, fue un acto de «imposición» que dio origen a la implosión social traducida en la crisis actual y la ola de prostestas en el país suramericano.
«En el caso de Perú, es la mayoría del Congreso que está contra del presidente, que está detenido, y no hay pruebas de que haya cometido un delito, no existe ningún dictamen de que tiene incapacidad moral, se lleva a cabo una imposición, y la gente se inconforma porque no respetan la voluntad popular», comentó.
López Obrador indicó que como México ha denunciado abiertamente lo que pasa en Perú, a su país se le señala en Lima como «non grato», lo que le resulta «muy lamentable», en medio de una situación donde se vulneran los derechos humanos, ciudadanos y democráticos.
«Es muy lamentable, lo más preocupante es la actitud represiva, el sacar al Ejército a reprimir al pueblo», sostuvo el presidente mexicano con relación a las medidas tomadas por Boluarte para frenar las manifestaciones masivas que contabilizan más de 20 muertos.