El Consejo de Ministros de Italia declaró el «estado de emergencia» en materia de migración con vigencia de seis meses sobre todo su territorio para intentar hacer frente al arribo masivo de migrantes.
El propulsor de la medida es Nello Musumeci, el ministro de Protección Civil y Políticas Marítimas, cuya propuesta reforzaría la estructura para expulsar a migrantes sin derecho a asilo. “Lo hemos decidido para dar respuestas más eficaces y rápidas a la gestión de los flujos”, aseguró el Ejecutivo.
Solamente en los últimos tres días han desembarcado en las costas italianas más de 3.000 personas. Pero la preocupación sobre la saturación del sistema de recepción aumenta porque a medida que mejoran las condiciones climáticas, decenas de embarcaciones —muchas de ellas en apuros— se dirigen al país.
¿En qué consiste el estado de emergencia?
La medida tendrá una financiación de cinco millones de euros y se implementará en Italia por seis meses. Teóricamente, permitirá realizar procesos y acciones más ágiles para los migrantes que buscan acogida. Según el Gobierno, ayudaría a hacer frente a la llegada de miles de personas a ese territorio, con la asistencia tanto de Protección Civil como de la Cruz Roja Italiana.
El estado de emergencia es una figura que puede ser usada para afrontar con medios y poderes extraordinarios eventos inusuales, como desastres naturales o calamidades. Es por esta razón, que hacerla entrar en vigor para fines migratorios es algo que inquieta a organismos de derechos humanos. Muchos apuntan a la postura nacionalista de Meloni y su gabinete sobre la migración.